Pajarito cantarín,
en el árbol de mi patio,
aquel patio de mi casa,
a la orilla del jardín,
el jardín real del cuento,
de la bruja de aserrín,
que asustaba a todo niño
que pasaba por ahí,
y un día pasó el Rey,
por el bosque de aserrín,
y vio que no era bruja
sino un pajarito cantarín.